Introducción

Es un animal de tamaño medio y armonioso, ligeramente alargada, muy rústica y antigua, poco evolucionada. La cabeza es mediana y su cara, larga. Su perfil frontonasal es recto. Sus cuernos, de sección circular con pistón o punta verdosa, tienen forma de media luna o lira baja. El cuello presenta una papada discontinua, y es más fuerte en los machos. El tronco es de proporciones medias aunque su tercio anterior alcanza gran desarrollo. La línea dorsolumbar es horizontal o poco ensillada y la grupa es recta y larga con el sacro elevado. Las extremidades son de longitud y aplomos buenos. Sus pezuñas son pequeñas y sin pigmentos, de color blanco sucio. Su piel, amarillo-anaranjada, es abundante y de un color único entre todas la razas autóctonas de España;

sus mucosas casi siempre están despigmentadas. El pelo, muy denso, es blanco mate y se vuelve asalmonado en el tercio anterior. El peso medio de los adultos es 450-550 kg (hembras) y 650-1000 kg (machos).

Territorio de producción

ORIGEN

Autóctona.

DIFUSIÓN EN EL TERRITORIO

Se distribuye por ambas provincias, Cáceres y Badajoz, de forma irregular, en diversas ganaderías. A pesar de que su origen genético parece vincularla a Asia, es una especie única dentro de la ganadería española, siendo considerada la más antigua de la península.

ÁMBITO PAISAJÍSTICO

Dehesas, Llanos y penillanuras -secano-.

PARTICULARIDADES DEL ECOSISTEMA

La dehesa es un ecosistema típico del suroeste de la península ibérica proveniente del aclarado del bosque mediterráneo para aprovechar leñas y maderas, los frutos de los árboles que la conforman (normalmente encinas y alcornoques), y el pasto y otros recursos forrajeros que crecen a ras de suelo. Es el resultado de la antropización del bosque mediterráneo. El sistema adehesado tiene una gran importancia económica y social en la península ibérica, tanto por su extensión superficial como por la función de fijación de población rural en sus núcleos (aprovechamiento sostenible multifuncional). Así colabora en la reducción del flujo emigratorio y sus consecuencias (envejecimiento, incremento de tasas de mortalidad, reducción de tasas de natalidad, abandono de explotaciones, etc). Su extensión se cifra en torno a los tres millones y medio de hectáreas repartidas entre Extremadura (con algo más del 35%), Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid y, ya en Portugal, el Alentejo y el Algarve. Debido a numerosos factores (tanto de sobreexplotación como de infrautilización y abandono) cada vez padece más problemas que ponen en peligro a la comunidad vegetal y animal que ha coevolucionado con la misma de la mano del hombre, acercándose a un punto de degradación que puede ser irreversible.

CAPACIDAD PRODUCTIVA

Su censo ha disminuido progresivamente por ser desplazada por otras razas, de manera que hoy sólo cuenta con unos 500 ejemplares a modo de «banco de genes» en el CENSYRA de Badajoz, en la reserva biológica «El Baldío», en Talaván (Cáceres) de la «Fundación Global Nature», en fincas de la Diputación de Cáceres y en algunas pocas explotaciones privadas. GRacias a la gestión permanente que de esta raza se ha cenido haciendo antes de que llegara a desaparecer, se ha conseguido pasar de 5 ganaderías y 52 animales en 1970, a 31 ganaderías y 992 animales en 2013.

Relación con la comunidad

CÓMO SE PRODUCE

La producción de la Vaca Blanca Cacereña es únicamente en extensivo. Está perfectamente adaptada al ecosistema de la dehesa extremeña, ya que es capaz de aprovechar cualquier pasto grosero que otras razas no son capaces de digerir o lo hacen con dificultad. Dado su escaso formato, tiene menos necesidades nutritivas que otras razas más selectas. Los terneros son comercializados a una edad de 5 a 8 meses, tras el destete.

Siendo esta raza líder por su rusticidad, se da la circunstancia en muchas ocasiones que se niegan a comer en pesebres y solamente lo hacen en campo abierto.

USOS GASTRONÓMICOS, CONSERVACIÓN Y CONSUMO

Destaca entre todas las razas de España por ser considerada su carne como la más exquisita y de mayor palatabilidad según todos los restauradores que la han incluido en su carta, siendo la fineza de su fibra muscular la clave en la degustación de esta carne excepcional.

Debido a la escasa población de esta raza casi no se utiliza para la producción y comercialización de carne; solo hay una carnicería en Almaraz (provincia de Cáceres) que la comercializa como tal. El resto de ejemplares se está manteniendo como como raza para banco de genes.

HISTORIA Y EVOLUCIÓN DEL PRODUCTO

Está considerada como la raza más antigua de la Península Ibérica. Su origen puede haber estado vinculado en algún momento de su periplo como raza por África, donde aparecen toros blancos en cuevas prehistóricas y en el arte egipcio, figurando también de forma destacada toros de este color corriendo de un león en uno de los frisos de Pompeya. No obstante, dicho lo anterior, los estudios genéticos actuales basados en marcadores indican una correspondencia filogenética con razas asiáticas, lo cual indica que la raza Blanca Cacereña se encuentra distanciada genéticamente del resto de razas bovinas europeas.

Hay referencias escritas de que la raza Blanca Cacereña aparece en distintos concursos de ganado nacionales en 1913 y posteriores, apareciendo como raza extremeña junto a la ya extinta colorada extremeña, asimilada hoy por la retinta. Es a partir de 1970 cuando, gracias al interés de distintos ganaderos que mantenían en pureza esta raza junto a técnicos de organismos de investigación regionales y nacionales, se toma la decisión de recuperar esta raza singular, controlándose una primera base genética constituida por 51 vacas y 1 toro provenientes de cinco ganaderías: Miguel Lillo y Muñoz, en su finca “La Zafra”; García Durán y Muñoz, en la finca “Morro de Mayoralgo”; Beatriz Muñoz de San Pedro, en la finca “El Galindo”; Luis Ordóñez Llanos, en la finca “Cerrolobato”; y María de los Ángeles Gómez, en la finca “Cardosa de Mayoralgo”.

Además de para carne, se usaba como animal de trabajo, pero conforme se fue usando más el asno y el mulo como animales de tiro, y se fue mecanizando las labores agrarias, la vaca fue adaptando su aptitud para la producción de carne.

TRADICIONES Y PATRIMONIO MATERIAL

Por los datos históricos de que se dispone, los bovinos blancos existen en España desde época de los romanos, que en las fiestas en honor de Júpiter (en el mes de abril) inmolaban una ternera blanca sin mancha ni sometida al yugo, y su carne era distribuida entre la población. Se reservaban los animales de piel blanca para sacrificios y festividades religiosas, mientras que los de piel negra y roja iban para carne y labranza.

Como patrimonio material e inmaterial vinculado a la Vaca Blanca Cacereña, destacan lsd carretas y aperos de labranza con animales de tiro, además de la ligazón del animal a la tierra y su imagen icónica en la dehesa. Debido a su posible origen romano, queda también como parte de su legado histórico en Extremadura.

RIESGO DE DESAPARICIÓN

La raza Blanca Cacereña es, de las razas bovinas en peligro de extinción, la que mayor riesgo de desaparición presenta. En la actualidad los retos a los que se enfrenta son muchos y difíciles: desde la mejora en la conformación y en los índices productivos y reproductivos, hasta evitar la consanguineidad. Es una raza que está en decadencia.