Introducción

Es un dulce hecho básicamente con una pasta de almendras y miel, con forma normalmente rectangular, de unos 13 cm de largo por 6 o 7 cm de ancho y 2 de grosor, y con un peso de entre 200 y 300 gr, aunque el tamaño y forma pueden variar según el año y el gusto de quien lo produce. Los dos tipos principales se denominan blando y duro según la textura y consistencia de la pasta que los forma; también existen otros en los que, en su elaboración, se ha utilizado chocolate o frutas.

Territorio de producción

ORIGEN

Autóctona.

DIFUSIÓN EN EL TERRITORIO

Se produce únicamente en Castuera, localidad del este-sureste de la provincia de Badajoz perteneciente a la comarca de La Serena.

ÁMBITO PAISAJÍSTICO

Llanos y penillanuras -secano-.

PARTICULARIDADES DEL ECOSISTEMA

La localidad está a los pies de unas elevaciones rodeadas de extensas llanuras de pastos, desde las cuales se puede observar gran parte de la comarca de La Serena. Al norte del municipio se encuentra el embalse del Zújar unido al de La Serena, formando uno de los embalses más grandes de Europa.

El paisaje de la comarca de La Serena está definido por la monotonía de la amplia penillanura, de unos 400 m de altitud media, desarrollada sobre pizarras silíceas, en la que los únicos relieves de cierta importancia que se observan son los originados por erosión diferencial en los crestones de cuarcitas paleozoicas y en los berrocales graníticos; estas rocas al ser más resistentes a los procesos erosivos destacan en forma de sierras de escasa altitud. Solamente en las laderas de las sierras se desarrolla el monte alto constituido esencialmente por encinas, así como un monte bajo mediterráneo de jaras, tomillos y retamas. La llanura tiene como vegetación pastizales con escaso arbolado, debido a la deforestación realizada en el pasado por el hombre.

Al este aparece un sustrato granítico que alcanza las vegas del Guadiana por Don Benito. Estos granitos se encuentran superficialmente enrasados con el nivel general de la penillanura y por ello forman parte igualmente del sustrato rocoso de esta comarca. En cuanto a la climatología, es una zona de clima continental característico, con pocas precipitaciones y altas temperaturas en verano.

CAPACIDAD PRODUCTIVA

Actualmente existen en Castuera cuatro empresas dedicadas a la fabricación y venta de turrones, empleando según el consistorio municipal a entre 120 y 130 personas de 25-30 familias de la localidad.

Relación con la comunidad

CÓMO SE PRODUCE

El turrón es una masa dulce obtenida por la cocción de miel (o azúcares) a la que se incorporan almendras peladas y tostadas. A dicha masa se le puede añadir, o no, clara de huevo para que emulsione. Dicha pasta es posteriormente amasada y tradicionalmente se le da forma final de tableta rectangular o torta.

Existen muchas variables en este contexto sobre la procedencia de esta materia prima, depende mucho del productor. Normalmente son almendras de cultivos extremeños, lo que está provocando un aumento del cultivo de almendras en la zona, que se alterna con el de pistachos, también en en auge en la actualidad.

USOS GASTRONÓMICOS, CONSERVACIÓN Y CONSUMO

Este producto, con esta u otra procedencia, suele acompañar las mesas de todas las familias españolas en las fiestas navideñas, consumido como postre. Para el caso del turrón de Castuera en particular, de la fabricación para el consumo familiar, se pasó a la venta.- La comercialización en la actualidad se hace a través de los canales convencionales, tanto a nivel local como regional principalmente, aunque es un producto también habitual en la venta ambulante por las ferias de los pueblos y los mercadillos medievales, cada vez más frecuentes en todo el país. Menos conocido a nivel nacional que los del este peninsular, también han alcanzado otros mercados como los de Rusia, China, Chile o Estados Unidos.

HISTORIA Y EVOLUCIÓN DEL PRODUCTO

El primer rastro de lo que hoy conocemos como turrón viene de la Grecia antigua, donde se elaboraba un dulce a base de miel y almendras machacadas que los atletas participantes en los juegos olímpicos consumían antes de las competiciones para aumentar su vigor. Según explica Sebastián de Covarrubias en su «Tesoro de la lengua Española o Castellana» de 1611, la palabra turrón deriva del latín «torrere», que significa tostado, aludiendo al modo en que se cocinan los ingredientes, como también parece que deriva de ella el «turun» árabe, cultura que asimiló y difundió su utilización gastronómica, así como la de otros dulces ya mencionados en los cuentos persas, por todo el mediterráneo antes del comienzo de la Edad Media.

Puede que fuera en ese momento cuando llegará también a la localidad de Castuera, donde los castueranos, gente emprendedora, vieron en el turrón una posible fuente de ingresos que hoy se ha convertido en el negocio estandarte de la localidad. Así, se inició una rica tradición prácticamente exclusiva del pueblo donde los miembros de familias enteras participaban tanto en la elaboración artesanal como en su posterior venta en ferias de localidades próximas, comenzando la temporada por la de Sevilla en abril y terminando por la de Zafra en octubre. El turronero se colgaba el cajón y con su cuchilla de media luna cortaba porciones de turrón. Aún hoy se recuerda aquel tiempo en el que se vendía a peseta, moneda por la que el turronero entregaba un buen trocito. Años más tarde, el artesano comenzó a desplazarse acompañado de una mesa que instalaba en las ferias. Comenzaba a venderse el turrón de bloque, que previamente pesaban en la balanza romana, porque se demandaban mayores cantidades.

Hoy en día, el producto sigue haciéndose con la misma receta que antiguamente, aunque la labor artesana de los turroneros ha sufrido cambios en su proceso por la llegada de la industrialización, un hecho que no ha impedido que este dulce siga conservando sus elementos originales, garantía de su extraordinaria calidad. El cambio más considerable ha sido en el manejo y la mezcla de la masa de la que resulta el producto final. Esta se hacía antes a mano y ahora se utilizan grandes máquinas para mezclar y dividir la masa.

TRADICIONES Y PATRIMONIO MATERIAL

Aún se conservan en el pueblo algunos de los utensilios que necesarios para su elaboración casera, como el caldero de cobre, donde se hacia el turrón, a mano, con el corcho; el rallador de pan con el que se preparaba otro dulce típico (el alfajor); las espuertas donde se iban echando las almendras peladas, o el famoso cajón de turrón, con su cuchilla de media luna.

Se habla en el pueblo de que la primera forma de comercialización fue de la mano de los arrieros, pasando de ser alimento de los caminantes a un producto para la venta que era cargado el las alforjas de las mulas durante viajes de hasta seis meses al año de pueblo en pueblo.

RIESGO DE DESAPARICIÓN

El turrón elaborado de forma tradicional ha desaparecido totalmente, aunque no hay riesgo de desaparición del que se realiza de forma más industrializada.