Introducción

Se comen sus brotes tiernos de primavera, que presentan un color morado en el tallo y verde en la punta. Se trata de una especie arbustiva silvestre y perenne, con tallos de hasta 1 metro, caracterizada por la presencia de ramas transformadas en hojas, llamadas filoclados, que portan las flores y los frutos en la fructificación, por lo que parece que estos salen directamente de las hojas. Las hojas en realidad son tan pequeñas que pasan inadvertidas y de su axila nacen los filoclados. Las flores son de color verdoso-blanquecino y no son muy llamativas, mientras que los frutos son unas bayas de un color rojo muy atractivo (son tóxicos, provocando vómitos, diarreas y convulsiones).

Territorio de producción

ORIGEN

Indígena.

DIFUSIÓN EN EL TERRITORIO

Se distribuye por todo el área mediterránea, parte de centroeuropa y región macaronésica. En Extremadura, aparece vinculado al sotobosque de sierras medias y altas, tanto en la provincia de Cáceres como en la de Badajoz.

ÁMBITO PAISAJÍSTICO

Montaña (>1000 m.), Sierras medias.

PARTICULARIDADES DEL ECOSISTEMA

Aparece en terrenos rocosos y pedregosos, a la sombra de robles, encinas, alcornoques o quejigos. Puede encontrarse desde los 50 hasta los 1500 m de altitud, siempre que sean terrenos sombríos y húmedos.

CAPACIDAD PRODUCTIVA

En el caso de especies silvestres, la estimación de la producción es complicada, y es más interesante analizar la recolección, ligada a la demanda. Desde este punto de vista, como ocurre con otros productos silvestres, hoy en día se consume menos debido a que la alimentación ha tendido a desvincularse de los recursos locales y al hecho de que hay mucho menos conocimiento popular sobre plantas silvestres. A pesar de ello, sigue siendo relativamente popular en las zonas de sierra donde aparece.

Relación con la comunidad

CÓMO SE PRODUCE

La recolección en estado silvestre se realiza a principios de primavera, cuando los nuevos brotes salen del suelo directamente y aún están tiernos.
Al tratarse de una especie silvestre, no se realiza reproducción controlada; simplemente se recolectan aquellos que van brotando gracias a la regeneración natural. Tampoco se generan residuos durante su recolecta.

USOS GASTRONÓMICOS, CONSERVACIÓN Y CONSUMO

Al igual que el resto de espárragos, se suelen consumir, una vez cocidos, en tortilla, huevos revueltos, etc. Su sabor es algo amargo, aunque muy suave. Las semillas antiguamente se tostaban y servían como sustituto del café. Las bayas son tóxicas, por lo que hay que tener cierta precaución.

HISTORIA Y EVOLUCIÓN DEL PRODUCTO

Se ha consumido en el medio rural desde hace siglos, aunque se generalizó durante la posguerra. En España, la década de los 40 estuvo marcada por años de pobreza debido a los destrozos de la guerra, al aislamiento internacional de España y a la pretensión del gobierno franquista de que el país fuera autosuficiente. Por ello, ante esta situación de emergencia alimentaria, las familias recurrieron al consumo de plantas silvestres como suplemento y, en algunos casos, como sustento. Como en el caso de otros alimentos de origen silvestre, su uso está desapareciendo de la mano del despoblamiento rural y la pérdida de las tradiciones alimentarias.

Aún así, la calidad organoléptica del producto, así como la técnica de recogida, se ha mantenido intacta. La calidad del producto se ha mantenido intacta así como la técnica de recogida. En lo único que se han visto modificaciones, en algunos casos, ha sido en la forma de consumirlos debido a las innovaciones culinarias.

TRADICIONES Y PATRIMONIO MATERIAL

La costumbre de salir al campo en primavera a buscar los espárragos típicos de cada zona sigue muy arraigada en muchas zonas de la región, siendo algo que se mantiene hoy en día, vinculado además a las actividades cada vez más frecuentes de paseos y actividades deportivas en la naturaleza.

RIESGO DE DESAPARICIÓN

Es una especie incluida desde 2001 en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura. Sus frutos son muy similares a los del acebo, también protegido, lo que los hacía especialmente atractivos para las tradicionales decoraciones navideñas, de ahí que se protegieran legalmente.

Por ello, existe, y de manera más clara que el caso de otras especies silvestres, una pérdida drástica de su consumo en el ámbito rural y de su papel como recurso alimenticio que estuvo durante muchos años asociado a épocas de escasez, también vinculado como en los otros casos, a la pérdida de población en el medio rural y a la falta de relevo generacional en el conocimiento sobre esta planta, su recolección y su uso.