Introducción
También conocida como blanca cacereña, asperilla, o negrilla, se trata de una variedad de tamaño medio, con un peso de unos 3-4 g y color negro en la maduración. Es delicada en su trasporte, por lo que el uso oleícola solo puede darse en Extremadura. Los olivos de Manzanilla cacereña son árboles muy rústicos, de porte abierto y una densidad de la copa clara. Alcanzan los 7-8 m de altura cuando crecen en bancales, y algo menos en las zonas llanas; desde que se empezaron a podar hace años para obtener aceitunas de mayor calibre destinadas a mesa, que eran más rentables, la mayoría de los árboles no pasan los 3,5 o 4,5 m de altura. Su gran rusticidad, unida a que la raíz no profundiza demasiado, debido al elevado índice de precipitaciones, da a esta variedad una vocación serrana, adaptada a suelos que pocas especies podrían colonizar, única y vital para la conservación del paisaje del norte de Extremadura. Aún así, la producción por árbol es muy baja y el rendimiento graso también, entre el 6 y el 12%, obteniendo un aceite de excelente calidad.