Introducción

Melón redondeado y chato, cuyo peso antes oscilaba entre los siete y los diez kilos de peso, aunque en la actualidad se ha devaluado un poco y ronda los cuatro o seis kilos. Es de color amarillo pálido, aunque va amarilleando en la maduración por zonas: es fácil que por un lado permanezca verde mientras que por otro vaya tomando su color pálido. Es de gusto dulce, aunque no especialmente meloso.

Territorio de producción

ORIGEN

Autóctona.

DIFUSIÓN EN EL TERRITORIO

Su producción está concentrada en el término municipal de Almendralejo, dentro de la comarca de Sierra Grande-Tierra de Barros (provincia de Badajoz).

ÁMBITO PAISAJÍSTICO

Llanos y penillanuras -secano-.

PARTICULARIDADES DEL ECOSISTEMA

La zona de Tierra de Barros es una llanura de 521 metros de altitud media con suelos fértiles, ricos en nutrientes y buena capacidad de retención de agua. Recibe su nombre de las especiales características de su tierra, arcillosa y rojiza. Presenta un clima bastante seco (entre 350 y 450 mm al año) con elevadas temperaturas en verano. Estas características hacen que la mayor parte de especies vegetales autóctonas cultivadas estén adaptadas a la explotación en secano, sobre todo el olivo y la vid.

CAPACIDAD PRODUCTIVA

Conocidos durante todo el siglo XX en la comarca, la producción sufrió un repunte a raíz de la crisis financiera de 2007, cuando muchos desempleados o jubilados se volcaron en el cultivo de melón y de sandía en los diferentes tipos autóctonos que hay. Posteriormente, con el cambio de flujos de conducción que ha supuesto la Autovía A-66, los vehículos dejaron de atravesar el núcleo urbano por la Nacional 630, lo que condujo al declive de las ventas y, por tanto, a la disminución de la producción de melones: si en 2011 había unos 23 productores de las distintas variedades locales de melones, en 2017 quedaban solo 14.

Relación con la comunidad

CÓMO SE PRODUCE

La melona, como las otras variedades locales de melón, se siembra en campo directamente, generalmente a partir de San José (19 de Marzo), en función de la climatología. Se intenta que el abonado sea orgánico (estiércol) en lugar de químico; no obstante, no todos los productores realizan el mismo tipo de producción. Hay algunos que siguen con arado de mulas, por ejemplo, que son alquiladas para tal fin. Normalmente se recoge a partir de Santiago (25 de Julio), siendo la mayor parte de concursos y eventos en Agosto.

Cada productor selecciona y guarda celosamente sus semillas, aunque el aumento del número de productores tras la crisis vino dado por la cesión de semillas de algunos.
La planta se seca y queda en el campo para incorporarse al suelo como materia orgánica.

USOS GASTRONÓMICOS, CONSERVACIÓN Y CONSUMO

Se come de forma habitual en mesa; no hay muchos platos elaborados que lo contengan. Tras la cosecha se cuelga con cuerdas para que no se pudra. Suele comerse en noviembre o diciembre, puesto que su piel dura permite que se conserve al colgarlo para poder comerlo mucho después de su cosecha.

La singularidad de los melones y sandías de Almendralejo radica en la legalidad de la venta ambulante y que ésta sea directa del productor. Hasta 2006, solían ponerse en la Nacional 630 a su paso por la localidad y en toda su extensión, pero últimamente apuestan por las calles y avenidas principales de Almendralejo. No obstante, también hay productores que venden a minoristas y la distribución y consumo se disemina por toda la comarca, la región e incluso llega a la provincia de Sevilla.

HISTORIA Y EVOLUCIÓN DEL PRODUCTO

No se han constatado cambios perceptibles en la calidad organoléptica o el sabor. Las técnicas de siembra y recolección han ido variando, pero hay productores que conservan las antiguas.

TRADICIONES Y PATRIMONIO MATERIAL

Hay tradición de venta ambulante permitida a los productores en toda la localidad, es exclusiva de Almendralejo respecto a las poblaciones del entorno.
También se hacen todos los veranos concursos de sandías y melones dentro de la Feria del Melón, donde los más grandes y apetecibles ganan.

Está pendiente una placa en honor de Casimiro del Álamo, productor que dedicó más de cinco décadas de su vida a promocionar el melón de Almendralejo en toda España a través de concursos y ferias. Quiere ponerse en el lugar donde estuvo vendiendo todos y cada uno de los años que dedicó a su producción.

RIESGO DE DESAPARICIÓN

Existe el riesgo de la desaparición de la variedad debido al descenso vertiginoso en el número de productores.