De la enogastronomía a la ecogastronomía 

Slow Food fue fundada como asociación enogastronómica alrededor del vino y la alimentación por Carlo Petrini en la pequeña ciudad de Bra (Italia) en 1986. Su propósito inicial era defender una buena alimentación, los placeres de la mesa y un ritmo de vida «slow». Más adelante, Slow Food amplió sus miras y se interesó por la calidad de vida en general y, lógicamente, por la supervivencia del amenazado planeta tierra 

De la ecogastronomía a la neogastronomía 

Slow Food cree en una «nueva gastronomía» entendida como algo indisociable de la identidad y la cultura, basada en la libertad de elección, en la educación, en el enfoque multidisciplinar, para vivir lo mejor posible utilizando respetuosamente los recursos disponibles.